martes, 29 de junio de 2010

Estado y Nación

En términos estrictos Estado y Nación son conceptos diferentes. Estado normalmente se refiere al marco de instituciones político-administrativas de un país. En cambio una nación es un grupo cuyos miembros comparten una identidad nacional diferenciada y reclaman para si un territorio. La distinción clave entre nación y Estado reside en que una nación no tiene necesariamente un Estado propio, con sus propias instituciones autónomas. Entre las características distintivas de un grupo que se identifica como nación son: la etnia, la cultura, la lengua, la religión, las costumbres...etc.

El concepto de nacionalismo es esencialmente político,  es una ideología que atribuye entidad propia y diferenciada a un territorio y a sus ciudadanos y en la que se funden aspiraciones politicas muy diversas como el establecimientos de ciertos derechos como autonomía territorial, el autogobierno, o la autodeterminación o independencia total, cuando la nación quiere su propio Estado oficialmente reconocido por otros Estados del mundo.

La coincidencia perfecta entre Estado y una sola nación es sumamente infrecuente en el mundo actual. Los Estados son entidades artificiales que se han formado siempre mediante choques  internos, guerras, imperialismo, ocupaciones extranjeras, revoluciones, tratados de paz...etc.

Para algunos politólogos Estado-Nación es, en un sentido literal, un termino inapropiado. Hoy en día podemos afirmar que sobre 172 países con poblaciones de al menos 200.000 personas, solo el 30,8% tenían un grupo étnico dominante y entre ellos, a pesar de tener un solo grupo étnico,  es frecuente que se den problemas de identidad nacional.

El mundo de hoy está formado por Estados con más de una nación y por naciones con sus propios Estados. Como ejemplos: Canadá, estado plurinacional con enfrentamientos entre población francesa e inglesa en la región de Quebec, drama nacional desarrollado  pacíficamente.  En cambio en Irlanda del Norte o el País Vasco, las reivindicaciones han ido acompañadas de violencia. Sri Lanka, ha padecido una guerra civil desde 1983, entre budistas e hindúes.  

También hay naciones sin Estado como el pueblo Kurdo, cerca de 25 millones de personas que ocupan territorio de varios países y luchan por crear un Kurdistan independiente.

En fin, por muy tentados que estemos de creer que los Estados son entidades resistentes y duraderas, no siempre lo son. Al igual que las formaciones geológicas, los Estados pueden experimentar toda suerte de convulsiones sismicas. Pueden crecer, desintegrarse, reconstruirse o ser absorbidos por otros Estados. Uno de los ejemplos mas recientes es la desintegración de un estado multinacional en la antigua Yugoslavia. Su destrucción en la década de 1990 ocasionó la muerte de cerca de 250 mil personas y la expulsión de mas de 2 millones de sus casas y pueblos.