domingo, 20 de junio de 2010

La kneset, asamblea legislativa de Israel


El sistema de gobierno de Israel es una republica parlamentaria. Tiene por tanto un presidente (actualmente Shimón Peres, ahora del partido Kadima, aunque antes fué del partido laborista)  que ejerce funciones representativas y un Primer Ministro (actualmente Benjamín Netanyahu del Partido Likud, partido de derechas)  que como jefe de Gobierno ejerce funciones ejecutivas.
El Parlamento es unicameral de 120 diputados. Cada partido obtiene un numero de escaños  en proporción aproximada a su porcentaje de voto nacional .Lo sorprendente es el gran numero de partidos elegidos,  es de hecho  uno de los Parlamentos más fragmentados del mundo.
En estas condiciones resulta muy poco probable que un partido pueda obtener la mayoría absoluta de los escaños legislativos, por lo tanto, el gobierno es habitualmente un gobierno de coalición de varios partidos o un gobierno minoritario.  Los gobiernos multipartidistas suelen ser gobiernos inestables e ineficientes.
Sirva como ejemplo que la kneset ha llegado a incluir 12 o 13 partidos (con solo 120 escaños) que reflejan las numerosas diferencias étnicas, religiosas, ideológicas y de clase de la sociedad israelí. 
El centrista Partido Laborista es uno de los más antiguos de Israel, ha proporcionado varios primeros misnistros como Golda Meir(69-74) Isaac Rabín (74-77 y 92-95) Shimón Peres (84-86 y 95-96).
Del Likud, el mayor partido de derechas del país han salido los primeros ministros Menachem Begin (77-83), Benjamín Netanyahu (96-99 y Ariel Sharón (2000-05).
Shas es un partido religioso cuyos seguidores proceden, en su mayoría, de Marruecos y otras partes de Oriente Medio. El Partido Religioso Nacional y el Judaísmo Unido de Torah son partidos religiosos muy relacionados con el judaísmo ortodoxo. Otros ejemplos de partidos son: La Unión Nacional, de derechas.  Shinui, Meretz y Centro son partidos laicos con vocación centrista. La lista de Árabes Unidos está formada por pequeños partidos que apelan a la población árabe de Israel. BaAliya de Israel y Beitesu congregan a los judíos de la antigua Unión Soviética, mientras que Hadash, Una Nación y Balad son pequeños partidos de izquierda.
A menudo se alían para gobernar hasta cinco partidos, centristas, religioso conservadores y otros de derechas.  Uno de los conflictos mas repetido entre ellos es la posibilidad de hacer concesiones para lograr la paz con los Palestinos y sellar acuerdos que puedan poner en peligro el estatus de los asentamientos judíos en la Franja de Gaza Oriental u otros intereses israelíes clave.
A buen seguro, el sistema electoral de representación proporcional no constituye en absoluto la causa principal del persistente y delicado conflicto entre israelíes y palestinos, ya que hay razones profundamente arraigadas que explican la hostilidad y desconfianza entre ambas partes. Sin embargo la representación de tantos partidos políticos impiden la fusión en uno o dos partidos mayoritarios  que, al acceder al gobierno, permitan un diseño político coherente  que pueda tomar decisiones sin tantas discrepancias. En algunas ocasiones partidos muy pequeños han conseguido vetar iniciativas políticas apoyadas por el primer ministro y el partido más importante del gobierno.
La representación proporcional en Israel  tal vez no sea un catalizador de la crisis de Oriente Medio, pero ciertamente obstaculiza el proceso de toma de de decisiones en el gobierno israelí, añadiendo una carga más a la ya castigada región.